sábado, 29 de agosto de 2009

Arte en Serie

A pesar de haber muerto en la década de los 50, Frida Kahlo sigue produciendo obras de arte. Esto se debe a las contínuas duplicaciones que surgen de sus pinturas y que circulan en el mercado o hasta llegan a exponerse en museos como obras originales. La piratería de arte no es una actividad nueva y resulta relativamente común. De acuerdo con el actual director del museo Dolores Olmedo, Carlos Phillips, “a nivel mundial, la falsificación de obras tiene un larguísimo historial y se debe principalmente al interés que hay por parte de los compradores de obras de arte en poseer obra de esos artistas, sobre todo de los que tienen un prestigio internacional y que son conocidos mundialmente”.
Existen pocas herramientas para frenar la falsificación de obras, pues a pesar de ser considerado un delito, en México no existe una cultura de denuncia, ni se les da un debido seguimiento a los casos. El ejemplo más reciente fue el de José Antonio Castelazo, quien en mayo de este año afirmó haber recuperado cinco cuadros pérdidos de Kahlo. Sin embargo, mientras Castelazo solicitaba la certificación de sus obras por parte del Consejo de la Judicatura Federal y del Instituto Nacional de Bellas Artes, especialistas en arte, como la doctora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, Teresa del Conde y la historiadora y crítica de arte, Raquel Tibol, aseguraron que éstas eran falsas. Castelazo fue acusado de ser falsificador de arte, pues no sólo se duda de la autenticidad de las obras que posee de Kahlo, también de otras que presuntamente fueron realizadas por Velasco y Tamayo. A pesar de las acusaciones, no se dio un seguimiento legal al caso.
Estrictamente, la falsificación de obras artísticas no es considerada piratería ya que de acuerdo con Phillips, “en la piratería el hecho es reproducir copias exactas de obras originales y falsificar es diferente. Sí se han dado casos en donde se hacen copias de obras originales y se intentan vender pero en el caso de la pintura esto es más difícil, ya que los artistas no hacen reproducciones múltiples de sus obras originales, excepto en el caso de obras de arte gráfico que se imprimen en número limitado y que quizá ahí podría haber lo que se entiende por piratería”. A pesar de estas diferencias, tanto la piratería como la falsificación tienen graves repercusiones pues afectan a toda la industria del arte.